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 DMARD biológicas 

Los medicamentos biológicos son fármacos potentes que pueden desacelerar o detener la inflamación capaz de dañar las articulaciones y los órganos en casos de artritis y otras enfermedades inflamatorias.

Por Linda Rath | Fecha de actualización: 3 de septiembre de 2022

Los fármacos biológicos son un subgrupo de una clase de medicamentos llamados drogas antirreumáticas modificadoras de la enfermedad (DMARD). Los DMARD no biológicos, o convencionales, como el metotrexato, son medicamentos compuestos por moléculas pequeñas elaboradas a partir de sustancias químicas en un laboratorio. Los medicamentos biológicos son moléculas grandes producidas en células vivas. Ambos tipos de medicamentos alivian los efectos de la inflamación, pero de maneras distintas.

Los DMARD convencionales inhiben el sistema inmunitario en general, mientras que los biológicos bloquean partes específicas del sistema inmunitario, como las proteínas que promueven la inflamación. Los medicamentos biológicos son más complejos y difíciles de elaborar que los DMARD convencionales, y cuestan mucho más. Además, a diferencia de los medicamentos de moléculas pequeñas, no vienen en forma de comprimido. Algunos tienen forma de autoinyección para la cual se utiliza un vial precargado y un autoinyector. Otros se administran por infusión intravenosa (i.v.) en una clínica o en el consultorio del médico.

Muchas personas nunca necesitan recibir DMARD biológicos porque los convencionales les dan resultado y controlan bien la enfermedad. El Colegio Estadounidense de Reumatología recomienda el metotrexato en lugar de un medicamento biológico como primera opción para la mayoría de las personas que tienen enfermedades autoinmunes inflamatorias, como la artritis reumatoide y la artritis psoriásica. Si el metotrexato u otro DMARD convencional no resulta eficaz, el médico puede cambiarle la medicación para que tome un fármaco biológico o biosimilar, un medicamento casi idéntico a un biológico.

Cómo funcionan los medicamentos biológicos 

Los distintos medicamentos biológicos actúan sobre partes diferentes del sistema inmunitario que promueven la inflamación. Los inhibidores del factor de necrosis tumoral (FNT), por ejemplo, bloquean una proteína inflamatoria llamada FNT, mientras que otros medicamentos bloquean las células B o T que promueven la inflamación. Incluso con varias opciones a disposición, puede ser difícil elegir un medicamento porque las enfermedades inflamatorias a menudo son producto de muchos factores. Por esa razón, un medicamento biológico puede funcionar bien en algunas personas, pero no en otras. Además, es posible que un medicamento le dé resultado al principio, pero deje de funcionar después de un tiempo. Si el primero que prueba no le da resultado o deja de funcionar, el médico probablemente le recomendará otro medicamento biológico.

Beneficios y riesgos

Los medicamentos biológicos le cambian la vida a muchas personas que sufren formas autoinmunes de la artritis, en especial los niños. Pero al igual que todos los DMARD, inhiben el sistema inmunitario y pueden aumentar el riesgo de padecer determinadas afecciones, como cáncer e infecciones graves. Las enfermedades reumáticas también aumentan el riesgo de sufrir infecciones graves y ciertos tipos de cáncer, así que es importante que analice los beneficios y los riesgos, y converse sobre cualquier inquietud que tenga con el médico. Existen cuatro tipos de medicamentos biológicos, cada uno con un objetivo inflamatorio exclusivo y con sus propios riesgos y beneficios.

1. Inhibidores del factor de necrosis tumoral α (FNT)

También llamados "bloqueadores del FNT o anti-FNT, los primeros fueron: adalimumab (Humira), certolizumab pegol (Cimzia), etanercept (Enbrel), golimumab (Simponi, Simponi Aria) y infliximab (Remicade). Más recientemente, se introdujeron varios productos biosimilares, incluidos los de adalimumab (Amjevita), del cual se esperan más para este año, y de infliximab (Avsola, Inflectra, Renflexis).

Beneficios: estos son los medicamentos biológicos que más se utilizan para la artritis autoinmune inflamatoria. Reducen la inflamación con relativa rapidez y pueden ayudar a prevenir el daño articular a largo plazo. Cuando un bloqueador del FNT es eficaz, se debe notar alguna mejora en los síntomas en un plazo de 2 a 12 semanas.

Riesgos:

  •  El riesgo de infecciones es bajo, pero es mayor en los primeros seis meses después de comenzar a recibir un bloqueador del FNT, especialmente en personas mayores o con antecedentes de infecciones. Luego disminuye. Al parecer, el riesgo varía según la marca del medicamento y el tipo de infección, pero en general, se duplica en comparación con las personas que no reciben medicamentos biológicos, especialmente en las que también reciben otro DMARD o un corticoesteroide. La tuberculosis (TB) y las infecciones fúngicas son particularmente frecuentes. En un estudio, se descubrió que la incidencia de la tuberculosis era 18 veces mayor en las personas que recibían bloqueadores del FNT que en la población general. El riesgo fue mayor con adalimumab y certolizumab, y menor con etanercept.
  • El uso prolongado de los anti-FNT puede aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, especialmente cáncer de piel y linfoma, aunque los resultados de los estudios son contradictorios.  
  • El adalimumab puede empeorar casos preexistentes de insuficiencia cardíaca o esclerosis múltiple.
  • El efecto antiinflamatorio de los medicamentos inhibidores del FNT puede disminuir con el tiempo porque algunas personas producen anticuerpos contra el fármaco. Si se emplea el metotrexato junto con el medicamento biológico, es posible reducir esta probabilidad.  
  • Etanercept, adalimumab, golimumab y infliximab están aprobados para su uso en niños. La FDA advirtió que pueden aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer en niños y adolescentes, especialmente los que reciben medicamentos para la enfermedad intestinal inflamatoria, aunque los estudios han dado resultados mixtos.

2. Inhibidores de células B

Entre ellos se encuentran belimumab (Benlysta) y rituximab (Rituxan), así como los productos biosimilares de rituximab Riabni, Ruxience y Truxima

Beneficios: el belimumab está aprobado por la FDA para tratar el lupus y la nefritis lúpica en adultos y niños de 5 a 17 años. Se utiliza junto con tratamientos habituales, como los corticoesteroides y la hidroxicloroquina. El rituximab puede utilizarse para tratar la artritis reumatoide cuando el metotrexato o un bloqueador del FNT ya no resultan eficaces.

Riesgos: 

  •  Las reacciones a las infusiones de inhibidores de células B pueden ser graves y provocar cambios en la presión arterial, dolor de tórax, dificultad para respirar, erupción cutánea, mareo y síntomas similares a los de la gripe. Antes de la infusión, le darán medicamentos para ayudar a prevenir estas reacciones.
  • El belimumab aumenta el riesgo de infecciones graves, incluso mortales.
  • El rituximab puede reactivar la hepatitis B y puede estar asociado a la leucoencefalopatía multifocal progresiva, una infección grave del cerebro.
  • No es seguro utilizar inhibidores de las células B durante el embarazo y debe suspenderse su uso al menos seis meses antes de intentar concebir.

3. Inhibidores de interleucinas

Entre ellos se encuentran anakinra (Kineret), canakinumab (Ilaris), guselkumab (Tremfya), ixekizumab (Taltz), risankizumab (Skyrizi), sarilumab (Kevzara), secukinumab (Cosentyx), tocilizumab (Actemra) y ustekinumab (Stelara).

Beneficios: estos medicamentos actúan sobre distintos tipos de interleucinas, proteínas inflamatorias producidas por los glóbulos blancos. Por ejemplo, la anakinra bloquea la interleucina 1 (IL-1), mientras que el tocilizumab y el sarilumab bloquean la IL-6. El ixekizumab y el secukinumab son inhibidores de la IL-17. Algunos medicamentos de esta clase se utilizan para tratar la artritis reumatoide. Otros son más eficaces para la artritis psoriásica, la psoriasis o la espondilitis anquilosante.

 Riesgos: en un metanálisis de 2019 sobre 74 ensayos comparativos aleatorizados en los que participaron casi 30,000 pacientes, se demostró que los que recibían inhibidores de interleucinas presentaban un riesgo considerablemente mayor de padecer infecciones graves y cáncer, y más del doble del riesgo de tener infecciones oportunistas como la tuberculosis, el herpes zóster y la toxoplasmosis. Los resultados del estudio, que incluyó todos los inhibidores de interleucinas y la mayoría de enfermedades reumáticas autoinmunes e inflamatorias, también parecieron indicar que había un mayor riesgo de cáncer asociado al tratamiento con inhibidores de interleucinas a largo plazo.

4. Moduladores selectivos de la coestimulación

El abatacept (Orencia) es el único medicamento de esta categoría.

Beneficios: el abatacept bloquea las células T hiperactivas. Puede utilizarse como tratamiento de primera línea para casos moderados a graves de artritis reumatoide, pero por lo general, se receta para la artritis reumatoide cuando el metotrexato u otro DMARD no biológico resulta ineficaz. Algunas personas que no obtienen alivio de un bloqueador del FNT responden al abatacept. También se utiliza para tratar la artritis psoriásica en adultos y la artritis idiopática juvenil. El dolor articular, la rigidez y la hinchazón pueden comenzar a mejorar después de cuatro a seis semanas de tratamiento, aunque lograr una respuesta puede tardar hasta seis meses. El abatacept también puede ayudar a mejorar los síntomas de la enfermedad pulmonar intersticial, una complicación grave que afecta hasta al 50% de las personas con artritis.

Riesgos: el abatacept contribuye aproximadamente a la misma tasa de infecciones y cáncer que otros medicamentos biológicos, pero provoca menos hospitalizaciones debido a infecciones graves.

Medicamentos biológicos sin marca

Un medicamento biológico sin marca es idéntico al equivalente de marca, pero no tiene el nombre de marca en la etiqueta. Estos medicamentos tienen la misma concentración, dosis y forma de administración que los originales. Es de esperar que los medicamentos biológicos sin marca cuesten menos que las versiones de marca, al igual que los medicamentos genéricos de moléculas pequeñas suelen ser bastante más económicos que las versiones con nombre de marca.

Antes de comenzar

  • Avísele al médico si tiene una infección activa o si ha vivido en lugares donde las infecciones fúngicas son algo frecuente.
  • Hágase pruebas para detectar la tuberculosis y la hepatitis B.
  • No reciba ninguna vacuna elaborada con microbios vivos, como las de la varicela, la viruela del mono o el sarampión.

Toma conjunta de decisiones

Todos los fármacos tienen efectos colaterales, pero para muchas personas que reciben un medicamento biológico, los beneficios superan ampliamente los riesgos. Juntos, usted y el médico elegirán el tratamiento que le ofrezca los mayores beneficios con la menor cantidad posible de efectos colaterales. Debe participar activamente en el proceso de toma de decisiones, teniendo en cuenta los costos, los posibles daños y sus propios valores.

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