De qué manera duele la artritis
Los diferentes tipos de artritis pueden provocar diferentes tipos de dolor.
Existen más de 100 formas diferentes de artritis y enfermedades relacionadas. Entre los tipos más comunes se incluyen la artrosis (OA), la artritis reumatoide (AR), la artritis psoriásica (AP), la fibromialgia y la gota. La artritis y las enfermedades relacionadas pueden causar un dolor debilitante que puede llegar a modificar la vida de diferentes maneras. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de un tercio de los adultos que padecen artritis afirman que esta limita sus actividades de ocio y su trabajo, y el 25% de ellos sostienen que les causa un intenso dolor (siete o más en una escala de cero a 10).
Al igual que existen diferentes tipos de dolor provocado por la artritis, también existen diferentes tratamientos, con y sin medicamentos. Para obtener más opciones, continúe leyendo.
Artrosis
En la artrosis (OA), una enfermedad degenerativa que afecta toda la articulación, el cartílago y el fluido protector se descomponen con el transcurso del tiempo, dificultando el movimiento de la articulación en cuestión y provocando dolor. Con el tiempo, los huesos de la articulación pueden rozar directamente entre sí, causando un intenso dolor. La inflamación también está involucrada en el proceso de la OA, y afecta más comúnmente a las rodillas, las caderas, las manos y la columna vertebral.
La intensidad del dolor varía de una persona a otra. Puede oscilar de leve a moderado y puede ser manejable con fármacos y actividad física regular. Para algunos puede ser debilitante, dificultando cualquier movimiento de la articulación afectada, pero se sabe que el movimiento físico continuo de cualquier tipo ayuda.
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden reducir el dolor y la inflamación. El paracetamol (Tylenol) solo puede aliviar eficazmente el dolor con menos efectos colaterales gastrointestinales que los provocados por los AINE. No obstante, tomar demasiado paracetamol, siendo este un ingrediente presente en varios medicamentos de venta libre, puede provocar daños en el hígado. Si el dolor de la OA es severo e implacable, consulte a su médico para que este le indique otras terapias que podrían ser apropiadas para usted. En casos graves, la cirugía de sustitución de la articulación dañada puede ser el único tratamiento eficaz.
El alivio del dolor sin fármacos ha demostrado ser muy beneficioso para las personas con OA. Estos tratamientos incluyen terapias de frío y calor, cremas tópicas y fisioterapia, entre otros.
Artritis reumatoide y artritis idiopática juvenil
En la artritis reumatoide (AR), el sistema inmunitario se comporta de manera disfuncional, atacando el tejido de las articulaciones y otros órganos. El sistema inmunitario normalmente desencadena una inflamación que protege a la persona de virus, bacterias y otros invasores. En las personas con enfermedades autoinmunes, tales como la AR, la inflamación se vuelve hiperactiva y ataca los tejidos sanos —como por ejemplo, el revestimiento de las articulaciones, denominado sinovia, en los casos de AR y AIJ. La inflamación persistente puede acabar provocando un daño permanente en articulaciones y otros órganos, y generar un dolor que va empeorando durante el proceso.
La AR suele afectar las articulaciones paralelas en ambos lados del cuerpo, tales como las de las rodillas o las manos. También puede afectar órganos internos, entre los que se incluyen el hígado, el corazón y los ojos.
El proceso en la artritis idiopática juvenil (AIJ) funciona de forma similar al de la AR, pero es importante tener en cuenta que la AIJ no es una versión infantil de la AR. Al igual que la AR, puede afectar algo más que a las articulaciones, incluyendo los órganos internos y los ojos. Las personas con AR o AIJ a menudo experimentan brotes de la enfermedad, en los que los síntomas, incluido el dolor, empeoran durante un periodo de tiempo. Los medicamentos utilizados para tratar dichas enfermedades, tales como los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD) y los biológicos, suelen ser también eficaces para aliviar el dolor.
Artritis psoriásica
De forma similar a la AR y la AIJ, la artritis psoriásica (AP) es una enfermedad inflamatoria autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca el cuerpo, especialmente la piel y las articulaciones, provocando erupciones cutáneas y dolor. Suele aparecer en personas que tienen psoriasis, una enfermedad autoinmune que crea especie de parches de piel escamosa de color rojo o plateado al acelerarse la producción de células cutáneas. Estos parches pueden picar o doler, y pueden secarse o agrietarse, causando más dolor.
La AP puede afectar cualquier articulación. También puede afectar los lugares donde los tendones o ligamentos se unen a los huesos, denominados entesis. La inflamación de estas zonas, denominada entesitis, comúnmente afecta el talón, la planta del pie o la zona lumbar. Los medicamentos utilizados para tratar la AP, entre los que se incluyen los DMARD y los biológicos, pueden aliviar el dolor. Puede ser necesario visitar a un dermatólogo para someterse a tratamientos cutáneos adicionales a fin de controlar la psoriasis.
Fibromialgia
La fibromialgia es considerada un trastorno de dolor causado por una disfunción del sistema nervioso central (SNC), incluyendo el cerebro y la médula espinal. La fibromialgia se caracteriza por un dolor generalizado que puede aparecer y desaparecer, o ser constante. Se cree que las señales del SNC se amplifican en la fibromialgia, por lo que las señales de dolor se intensifican. Un toque o movimiento que no afecta a la mayoría de las personas puede causarle dolor a alguien con fibromialgia (a esto se lo denomina alodinia), y algo que normalmente es ligeramente doloroso puede transformarse en algo extremadamente doloroso cuando se padece fibromialgia (una condición denominada hiperalgesia). Otros posibles síntomas son fatiga, problemas de sueño, incapacidad para concentrarse y problemas vinculados con el estado de ánimo, todo lo cual puede intensificar la percepción del dolor. Los tratamientos incluyen medicamentos que se dirigen a las sustancias neuroquímicas, como por ejemplo los fármacos utilizados como antidepresivos o anticonvulsivos (tales como la Lyrica). Los tratamientos no farmacológicos, entre los que se incluyen el ejercicio y la acupuntura, también pueden ser eficaces.
Gota
La gota es una forma de artritis inflamatoria, pero no provoca una inflamación en todo el cuerpo como la AR o la AP. En la gota, los altos niveles de ácido úrico son el problema. Si su cuerpo produce demasiado ácido úrico o si no es capaz de eliminar el exceso con la suficiente rapidez, este puede acumularse en la sangre (lo cual se denomina hiperuricemia), y el exceso de ácido úrico puede formar cristales en las articulaciones. Esto provoca una inflamación articular extremadamente dolorosa. Si no se la trata, estos cristales pueden formar bultos (tofos) en las articulaciones afectadas o en los tejidos circundantes. La gota suele aparecer de forma repentina, a menudo en la articulación grande del dedo gordo del pie, pero a veces en otras articulaciones. Durante un brote de gota, puede irse a la cama sintiéndose bien y despertarse sintiendo un dolor insoportable.
El brote inicial se trata con AINE, corticoesteroides y un medicamento contra la gota denominado colchicina. Para controlar la gota luego de la remisión de un brote se utilizan fármacos reductores del ácido úrico. Efectuar cambios en el estilo de vida, tales como beber más agua y evitar el alcohol y los alimentos ricos en purina, también puede ayudar a prevenir futuros ataques de gota.
Lupus
El lupus, o lupus eritematoso sistémico (LES), es una compleja enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta numerosas partes del cuerpo, incluyendo las articulaciones, los riñones, la piel, la sangre, el cerebro y otros órganos. Puede causar dolor articular, cefaleas y dolor en el pecho, así como también muchos otros síntomas, tales como fatiga, pérdida de cabello, sensibilidad a la luz, fiebre, sarpullido y problemas renales.
Para tratar el lupus se utilizan una amplia variedad de medicamentos, los cuales afectan a distintas personas de manera diferente. Entre ellos se encuentran los AINE, los corticoesteroides y los DMARD. Dos fármacos específicamente aprobados para tratar el lupus son el belimumab (Benlysta) y el anifrolumab (Saphnelo).
Dolor de espalda
El dolor de espalda, uno de los motivos más frecuentes de visita al médico, puede tener innumerables causas, entre ellas varias formas de artritis y afecciones relacionadas, tales como la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica, la estenosis espinal y la fibromialgia. No obstante, la mayor parte de los dolores de espalda son el resultado de algún tipo de lesión, como por ejemplo, levantarse o agacharse indebidamente, alguna lesión deportiva o un accidente automovilístico. Las terapias no farmacológicas incluyen calor y frío, ejercicio y manejo del estrés. Los tratamientos farmacológicos dependen de la causa, pero pueden incluir AINE, analgésicos o DMARD, incluidos los biológicos.
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